Dejando a un lado al mítico personaje de Ibáñez, más que romper techos, rompamos moldes. Lo decimos porque es poco habitual fijarnos en los techos de espacios interiores, son los grandes olvidados. ¿Y por qué no prestarles más atención? ¿por qué no decorarlos? En viviendas particulares esto es una rareza. Salvo por la presencia de las clásicas molduras, el techo es prácticamente inexistente cuando hablamos de decoración. Pero si os fijáis en las imágenes que os presentamos, existen otras opciones realmente atractivas, como pintar, empapelar, panelar… o incluso, escribir.
Cuando hablamos de locales comerciales, espacios públicos o montajes efímeros, el panorama para los techos cambia considerablemente y, en numerosas ocasiones, pasan a convertirse en protagonistas de los proyectos de interiorismo. Cuando se les quiere dar importancia, se suele jugar con el color, el material, la volumetría o las texturas.
Imágenes tomadas de Pinterest. Texto de Laura.
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