Puede que todos seamos un poco voyeurs… no encuentro otra explicación al magnetismo que nos despierta el descubrir una vivienda ajena, más aún si ésta nos deja ver parte de su interior.
Nos resultan sumamente interesantes las viviendas que cuentan con una parte de su fachada de cristal. Si además la zona de cristal es moderna y el resto de la casa antigua, el resultado es soberbio.
La necesidad de aumentar los metros cuadrados de la vivienda, ganar luminosidad o abrir la casa al exterior, hacen de este tipo de extensiones arquitectónicas la mejor solución.
Se trata de reinventar y racionalizar la construcción para conseguir ganar practicidad y continuidad visual.
La suma de un componente moderno a un exterior clásico o rural es válida tanto para casas de campo como urbanas. El contrate de ambos elementos se verá potenciado si además, optamos por amueblar la parte original de la casa con muebles antiguos y la parte nueva con mobiliario de diseño contemporáneo.
Imágenes de Pinterest, texto de Olga.
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