Agua ¿qué te sugiere esta palabra? Frescura, hidratación, relax, azul, líquido, mar… estas son las mías.
Ahora más que nunca necesitamos echar mano del agua para refrescarnos en verano. Cuando todavía no hemos podido salir de la gran ciudad y las temperaturas empiezan a oscilar los treinta y muchos, la mayor parte de nosotros empezamos a temblar, y no precisamente de frío. Lo más habitual es recurrir a las piscinas para dar una tregua a nuestro cuerpo, eso si tenemos la suerte de tener una cerca, y si no, tendremos que buscar alternativas.
Las opciones pasan casi siempre por tener una fuente de agua próxima (estanques, cascadas, chorros, acequias, albercas, aljibes o fuentes), en las que no siempre puedes sumergirte, pero al menos, te puedes refrescar y relajar con su sonido.
Éstas son las bonitas, las idílicas, pero ¿y si no tenemos nada similar en casa? Las posibilidades se van reduciendo, pero no lo demos todo por perdido. Siempre nos quedará un baño o una ducha con agua fresca o algunas de las maravillosas fuentes que tenemos en espacios públicos.
Os dejo algunas imágenes para que vayáis pensando en qué agua os gustaría poneros a remojo cuando el calor apriete.