La semana pasada tuvimos la suerte de pasar varios días en Lisboa. Comprobamos que tieme muchas facetas: bohemia, vibrante, amigable, ruidosa… y por supuesto, que hay que vivirla fuera de las típicas visitas obligadas en la ciudad, como la Torre de Belém, el Castillo de San Jorge, el Monasterio de los Jerónimos, el Monumento a los Descubridores, etc. Hay multitud de posibilidades y lugares que visitar en la capital del país vecino, os contamos los que nos llamaron la atención.
Si no lo sabíais contaros que Lisboa se divide en varios barrios, y los más importantes son: La Baixa, El Chiado, El Barrio Alto, La Alfama y Belém.
Comenzamos nuestra ruta cerquita de El Barrio Alto, allí descubrimos Companhia Portuguesa do Chá, una preciosa tienda de tés en la que las estanterías negras que envuelven el espacio y sus mostradores de madera antiguos, te trasladan a otra época. Se exponen con sumo gusto una cuidada selección de teteras, infusionadores, cucharillas y tés.
A pocos metros de allí, se encuentra un café que abrió puertas hace poco y que nos conquistó por completo: Hello Kristof. Es un pequeño local que hace esquina, muy luminoso y con una decoración de estilo nórdico sin ningún artificio. Es de esos sitios en los que te sientes cómodo desde el momento que cruzas el umbral de su puerta. Repetimos un par de días y todo cuanto comimos estaba buenísimo, te le preparan en el momento con mucho mimo.
Subiendo las empinadas cuestas de Barrio Alto hay miles de locales muy atractivos. Para cenar nos decidimos por The Decadente, que poco después descubrimos que se ha puesto bastante de moda. Nos encantó la decoración, la terraza (en la que se ha mantenido el suelo original de adoquines de caliza que caracteriza a las calles Lisboa), el ambiente, la comida y los cócteles.
Cambiando de barrio, en Alfama, tras pasear por sus estrechas callejuelas que respiran tradición, no pudimos resistirnos a subir a disfrutar de las vistas en el Hotel Memmo. Espectacular terraza de diseño minimalista, con sillas Acapulco y una piscina infinita de color… ¡ROJO! hacen que el atardecer contemplando los tejados lisboetas sea mágico.
En Alcántara sin duda nos quedamos con Lx Factory, un espacio multidisciplinar, donde hay bares en los que disfrutar de una buena cerveza o de un brunch, muchas tiendas de artesanos, decoración, antigüedades, ropa, mercadillo… Nos encantó. Entre otros entramos a Wish: una concept store que comparte espacio de restauración y de decoración en la que se venden firmas tan reconocidas como Bloomingdale o Hay.
También allí, nos gustó mucho Boa Safra, una tienda de mobiliario, decoración y ropa de algodón orgánico, ubicada en una gran nave. Todo se expone con mucho acierto y la selección de artículos que comercializan nos encantó, nos llamaron especialmente la atención unas alfombras de corcho y algodón.
En el mercadillo nos topamos con el puesto de Casa d’Amendoeira. Carla, la ilustradora y artífice del proyecto, nos enseñó sus cuadernos y tazas, que cuentan con diseños de anatomía o objetos antiguos y con citas que te hacen reflexionar. No nos resistimos a llevarnos un cuaderno doble con un diseño en zig-zag que es lo más, y por sólo 15€!
Por hoy lo dejamos aquí, si no conoces aún Lisboa ya te decimos ¡¡que tienes que ir!!! Os dejamos otras cuantas imágenes, también de Cascais (tenemos más material para otro post, o dos o tres)
Texto e imágenes de Diseño Interior Bruto.