Pues aunque la mayoría sigamos sin creerlo, esta Semana Santa llegó y lo hizo con un tiempazo de los que no se recordaban. Y no fuimos pocos los que decidimos correr a la desesperada a playas y campos para disfrutar de tan irrepetible ocasión.
Tras esos días idílicos de Sol y relax, venimos con las pilas cargadas, impregnados de espacios que evocan el verano, el aire libre y el buen tiempo. La vuelta a la rutina se hace dura, la nostalgia se apodera de nosotros y nuestra casa nos resulta más anodina y gris que antes de irnos… ¿te suena? Casi por prescripción médica deberíamos de cambiar el aire de nuestros hogares con la llegada del buen tiempo. Si no tienes idea de por dónde meterle mano al cambio, tranquilo te ayudamos a ver la luz.
En este caso en el sentido más literal: comienza por cambiar las lámparas de tu casa. Te aseguramos que hacerte con unas luminarias de fibras naturales, harán más fácil la teletransportación a esos parajes tan anhelados. Hoy nos centramos en las de forma circular, que se asemejan a cestos de mimbre, bambú o ratán. Nos encantan de gran formato y mejor aún ubicadas en composiciones de varias unidades. Dan una luz de lo más cálido y son capaces de darle un nuevo aire a cualquier estancia. ¿No me crees?
Texto de Olga, imágenes de Pinterest.