Hoy os traemos uno de nuestros últimos trabajos, en el que la primavera ha entrado de lleno y para quedarse por mucho tiempo. Y es que con la llegada de las buenas temperaturas, parece que muchos se animan a darle una vuelta a sus casas.
En esta ocasión, el espacio que nos pidieron intervenir era el salón comedor de una vivienda, en el que nuestros clientes pasaban gran parte de sus ratos de ocio en familia.
Los dos problemas fundamentales que nos encontramos al llegar, fueron la escasez de entrada de luz natural y la forma tubular de la estancia. Os mostramos cómo era inicialmente este salón comedor:
Nuestros clientes nos pidieron darle un cambio radical a la estancia, favoreciendo al máximo la entrada de luz natural, creando un espacio confortable, funcional y alegre, al mismo tiempo que debíamos romper el efecto tubo.
Lo primero que propusimos fue un cambio en la distribución: la zona de estar donde estaba la mesa de comedor y viceversa. De esta forma conseguíamos dos cosas: aprovechar el espacio y la luz que entraba por el mirador y romper con la distribución longitudinal de los muebles.
La siguiente decisión importante, fue mantener la gran estantería que ocupaba toda una pared, pero con dos modificaciones que transformarían el salón por completo. Por un lado, había que igualar en profundidad el módulo central al resto del mueble (esto haría que la habitación pareciera más ancha); y por otro, y esta fue, la GRAN decisión, se lacaría todo el mueble en color blanco para ganar luz. Como además, nuestros clientes querían mantener los muebles del comedor (mesa y sillas), decidimos que la mejor opción era también lacarlos.
Mientras todo esto ocurría, se aprovechó para pintar las paredes en un color gris claro y colocar el maravilloso papel de Sanderson, Dandelion Clocks, en la pared junto a la puerta.
En paralelo, íbamos eligiendo el resto de los elementos que configurarían el espacio.
Entre las opciones de asiento, se decantaron por un enorme sofá con respaldo reclinable y reposapiés motorizados de Muebles Barajas, también en color gris. Para el suelo, elegimos la alfombra Raita de Scion cuyos colores coordinaban con los colores del papel. Estos elementos junto con cojines y complementos decorativos, proporcionarían el toque de color que necesitábamos. Para el resto de textiles, cortinas y nuevo tapizado de las sillas, contamos con la profesionalidad de Roberto de La Ventana de Colores.
El set de mesas de centro Galet de Maisons du Monde, ayudarían a romper el orden longitudinal de la estancia y las lámparas de pie Kenneth acotarían la zona de estar. Finalmente, se optó por colocar dos espejos de Kenay Home sobre el sofá para, de nuevo, reforzar la entrada de luz natural y crear la sensación de un espacio más amplio.
Os mostramos el resultado.
Lo cierto es que, a lo largo de la vida de Diseño Interior Bruto nos han pedido en reiteradas ocasiones dar luz y vida a las estancias. Si quieres ver más proyectos nuestros pincha aquí y si quieres nuestra ayuda pincha aquí.
Texto de Laura. Imágenes de Diseño Interior Bruto.
Muy buena idea la del mueble. Menuda diferencia!! 😉
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Sí, la verdad es que parece otro, muchas gracias! El cliente quería mantenerlo, por ello era vital darle un aire diferente que coordinara con la nueva idea de la estancia. Buen día!
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