Transformar el aspecto de una vivienda, local o espacio de trabajo, no está reñido con el cuidado de nuestro entorno y tampoco tiene por qué costarnos una fortuna. Si a esto le añadimos que la dificultad para realizarlo puede ser casi imperceptible, significa que no tienes excusas para hacer esos cambios que te has planteado más de una vez para mejorar tu espacio.
Te proponemos cinco soluciones sencillas, económicas y sostenibles para que las puedas hacer desde ya:
- Busca en tu casa (o en la casa de tus padres) una pieza de otra época, puede ser un mueble o un objeto de decoración de ciertas dimensiones. Crea contraste entre este elemento y otros más actuales y haz que sea el protagonista. Tal vez tengas que restaurarlo o transformarlo pero conseguirás proporcionar carácter a un espacio sin apenas haberte gastado dinero, reduciendo el consumo y mitigando la creación de residuos innecesarios.
- Los textiles son muy útiles como aislantes térmicos y acústicos. Ya en la Edad Media se utilizaban grandes tapices para tapar puertas y ventanas e impedir la entrada de frío en invierno. Actualmente las cortinas, además de decorar, y permitirnos modular la entrada de luz por las ventanas, son buenos aislantes térmicos, pues disminuyen algún que otro grado de calor en verano y contienen posibles filtraciones de frío en invierno.
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¡Hasta pronto!
Olga y Laura. Diseño Interior Bruto
Diseñamos y decoramos espacios sostenibles. Cuidamos de ti, cuidamos del planeta.